El fin de semana del Gran Premio de Hungría ha demostrado ser un desafío considerable para el equipo Red Bull de Fórmula 1, especialmente para Max Verstappen. El actual campeón comenzará desde la octava posición en la parrilla, lo que subraya las dificultades que el equipo ha enfrentado.
Por qué es importante
Red Bull, habitualmente una fuerza dominante, ha encontrado problemas inesperados en el Hungaroring. El director técnico, Pierre Wache, afirmó que "nada funciona", mientras que el asesor Helmut Marko admitió que el equipo no tiene respuestas sobre la falta de competitividad del RB21. Esto sugiere un problema más profundo que las condiciones de la pista.
El panorama general
Verstappen reveló que ha probado numerosas configuraciones sin éxito, expresando frustración con el rendimiento del coche. Declaró: "Simplemente hay algo fundamentalmente mal este fin de semana", descartando la naturaleza de alta carga aerodinámica del Hungaroring como la única razón, especialmente considerando su buen desempeño allí el año pasado.
La visión pesimista de Verstappen
A pesar de ser temprano en la temporada, Verstappen tiene una visión pesimista sobre las posibilidades de Red Bull de conseguir más victorias este año, afirmando: "No, no como van las cosas ahora mismo. Así es. Está claro". Reconoció que, aunque busca momentos destacados como su victoria en el sprint de Spa, la forma actual del equipo ofrece pocas esperanzas de victorias competitivas.
Expectativas para la carrera
Verstappen saldrá en P8, mientras que Yuki Tsunoda se clasificó en P16. Verstappen expresó su sorpresa por la pole position de Charles Leclerc y el ritmo de los McLaren, señalando la drástica diferencia de rendimiento que experimentó en comparación con ellos durante todo el fin de semana. Concluyó que su enfoque sigue siendo resolver los problemas internos de Red Bull.