Por qué es importante
La repentina e inexplicable pérdida de ritmo de Charles Leclerc en el Gran Premio de Hungría ha dejado perplejo al paddock de la F1, con el ex director del equipo Haas, Guenther Steiner, expresando su profunda confusión. La vaga explicación de Ferrari sobre un "problema relacionado con el chasis" solo ha profundizado el misterio, destacando una caída significativa de rendimiento que le costó a Leclerc un podio potencial.
Los detalles
Leclerc consiguió una impresionante pole position en el Hungaroring, superando a los McLaren y liderando los stints iniciales de la carrera. Sin embargo, después de su segunda y última parada en boxes, el rendimiento de su SF-25 se desplomó. Fue rápidamente superado por Oscar Piastri y George Russell, mientras que Lando Norris tomó la delantera con una estrategia alternativa.
- La radio de Leclerc se llenó de arrebatos frustrados hacia su ingeniero de carrera.
- Después de la carrera, inicialmente atenuó su enojo, citando un "problema relacionado con el chasis" que Ferrari le había informado.
- La naturaleza exacta de este problema sigue sin revelarse, alimentando especulaciones y confusión generalizadas entre los expertos de la F1, incluido Steiner.
La opinión de Steiner
En el podcast Red Flags, Guenther Steiner admitió estar completamente "sin una pista" sobre la repentina caída de Leclerc. "Sabes qué es? No tengo ni puta idea", afirmó Steiner, reflejando el desconcierto general. Añadió además: "No tengo ni idea. Y estoy seguro de que si le pregunto a Fred [Vasseur], no me lo dirá."
La teoría de Russell y la refutación de Steiner
George Russell de Mercedes planteó una teoría sugiriendo que Ferrari podría haber temido una descalificación debido a un desgaste excesivo de la tabla, similar a la descalificación de Lewis Hamilton en China. Russell especuló que Ferrari podría haber aumentado la presión de los neumáticos de Leclerc o haber reducido su modo de motor en el último stint para mitigar el riesgo.
Steiner, sin embargo, desestimó esta teoría como "casi demasiado simplista". Argumentó que para que Ferrari tomara una decisión estratégica así, conociendo las posibles consecuencias, no sería un error sino una apuesta calculada que, dado su experticia, sería poco probable que saliera "tan mal". "Hay gente inteligente allí", concluyó Steiner, indicando su creencia de que el problema era más complejo o desconocido.