Los pilotos de Fórmula 1 han encomendado a la FIA la evaluación de si un mayor uso de ranuras de drenaje en las pistas podría ayudar a resolver los problemas actuales de las carreras bajo la lluvia, especialmente los de visibilidad causados por el rocío.
Por qué importa
Incidentes recientes, en particular los retrasos en el Gran Premio de Bélgica, han subrayado la necesidad urgente de soluciones para mejorar las carreras en mojado. Los pilotos buscan mejoras prácticas dadas las limitaciones de los diseños actuales de coches y neumáticos.
El desafío
El tema se debatió extensamente en la reunión de pilotos de F1 en el GP de Hungría. Aunque algunos sintieron que el GP de Bélgica podría haberse reanudado antes, hubo una aceptación general de que la relación riesgo-recompensa no valía la pena. La FIA también aclaró su enfoque cauteloso en mojado tras incidentes anteriores en Silverstone.
La solución propuesta
Con poco margen para reducir el rocío mediante el diseño del coche o los neumáticos, la atención se ha desplazado a las condiciones de la pista. Los pilotos están presionando para que se evalúe el aumento de las ranuras de drenaje cortadas en las superficies de la pista en las zonas problemáticas. Estas ranuras, ya presentes en circuitos como Interlagos y en la recta de meta-salida de Spa-Francorchamps, tienen como objetivo mitigar el agua estancada.
Perspectiva del piloto
Fernando Alonso, bicampeón mundial, sugirió que las superficies de asfalto modernas contribuyen a la mala visibilidad en mojado. Señaló que, si bien el asfalto nuevo ofrece un gran agarre en seco, actúa "como un espejo" bajo la lluvia. Alonso destacó cómo algunas autopistas tienen cero rocío y sugirió explorar tales propiedades del asfalto como punto de partida para las pistas de F1.
La opinión de Pirelli
El ingeniero jefe de F1 de Pirelli, Simone Berra, reconoció que las superficies actuales de las pistas han mejorado en términos de porosidad. Sin embargo, estuvo de acuerdo en que medidas adicionales como las ranuras de drenaje podrían mejorar aún más los problemas de agua estancada. Berra enfatizó que el diseño de los neumáticos no puede alterarse para reducir el rocío sin aumentar el riesgo de aquaplaning, que es la principal preocupación de los neumáticos para lluvia.