Michael Schumacher frecuentemente desafiaba a sus rivales de F1 con estrategias audaces durante su tiempo en Ferrari. Una de sus jugadas maestras más icónicas ocurrió en el Gran Premio de Hungría de 1998, donde un plan aparentemente absurdo aplastó el dominio de McLaren.
Por qué es importante:
Ferrari enfrentaba un desafío desalentador en el Hungaroring en 1998. Los McLaren de Mika Hakkinen y David Coulthard habían asegurado una cómoda primera fila en la clasificación, lo que indicaba que Schumacher probablemente terminaría en un distante tercer lugar en la carrera. Ferrari necesitaba desesperadamente un cambio de juego.
La audaz estrategia:
El gurú de estrategia de Ferrari, Ross Brawn, ideó un audaz plan de tres paradas. La clave: requería que Schumacher ofreciera una actuación extraordinaria.
- "Michael, tienes 19 vueltas para sacar 25 segundos. Necesitamos 19 vueltas de clasificación de tu parte", le dijo Brawn.
- El plan inicial se mantuvo en secreto para evitar que McLaren reaccionara demasiado pronto.
Desarrollo de la carrera:
La primera parada en boxes de Schumacher en la vuelta 25 fue rutinaria. Sin embargo, la verdadera naturaleza de la estrategia de Ferrari se hizo evidente en la vuelta 43, cuando Schumacher solo fue repostado por 6.8 segundos, mucho menos de lo necesario para terminar la carrera.
- McLaren, especialmente con Hakkinen, pareció subestimar la capacidad de Schumacher para ganar los 25 segundos necesarios dentro de las vueltas dadas para la crítica tercera parada.
- La posterior y larga parada de Hakkinen para llenar sus tanques resultó en problemas de manejo, convirtiéndolo en una chicane móvil que obstaculizó a su compañero Coulthard durante seis vueltas cruciales.
- A pesar de una breve salida de pista, Schumacher mantuvo su ritmo implacable.
El triunfo icónico:
En la vuelta 62, Schumacher hizo su última parada de "repostaje rápido". Se reincorporó cómodamente en la delantera, asegurando una victoria legendaria.
El panorama general:
Aunque Schumacher perdió el campeonato de 1998 ante Hakkinen, quien terminó en un doblado sexto lugar en Hungría, su actuación sigue siendo una de las mejores conducciones de la F1, mostrando su habilidad incomparable y ejecución estratégica.