La Fórmula 1 ha perseguido una audiencia dedicada en Estados Unidos durante décadas. Aunque las 500 Millas de Indianápolis fueron incluidas en el Campeonato Mundial inaugural de 1950, el deporte a menudo malinterpretó el mercado estadounidense, tratándolo más como una presencia simbólica que como una base de aficionados genuinamente comprometida. A pesar de circuitos queridos como Watkins Glen y Long Beach, la F1 luchó por mantener una popularidad constante. No fue hasta la docuserie de Netflix Drive to Survive durante la pandemia de COVID-19 que el deporte finalmente echó raíces en el país.
Por qué es importante:
Comprender estas barreras históricas ayuda a explicar el reciente crecimiento explosivo de la F1 en EE. UU. y destaca los cambios estratégicos realizados para finalmente conquistar este lucrativo mercado.
Los problemas clave, según Zak Brown:
Zak Brown, CEO de McLaren Racing, en una aparición en el podcast How Leaders Lead with David Novak, señaló tres razones principales detrás de la prolongada falta de popularidad del deporte en Estados Unidos:
- Sedes Inconsistentes: "Nunca encontramos una ubicación permanente", explicó Brown, citando una rotación constante de circuitos como Long Beach, Watkins Glen, Dallas, un aparcamiento en Las Vegas y Phoenix. Esta reubicación constante impidió que los aficionados formaran conexiones profundas con el deporte.
- Ausencias Prolongadas: La F1 con frecuencia tomó largos descansos de Norteamérica. Brown señaló: "Luego te tomaste cinco, seis, siete, ocho años libres." Incluso al regresar a Indianápolis, un incidente de "tiregate" empañó el evento, lo que llevó a otra desaparición. Un deporte no puede prosperar sin una presencia constante.
- Percepción Elitista y Falta de Compromiso: La F1 era "muy exclusiva, o se percibía como muy exclusiva y poco inclusiva", admitió Brown. Antes de que Liberty Media adquiriera el deporte, había una desconexión, con poca interacción con los aficionados a través de redes sociales o acceso detrás de escena. Esta mentalidad de "mira, pero no toques" alienó a un mercado que valora la interacción directa con atletas y equipos.
El punto de inflexión:
La adquisición por parte de Liberty Media trajo un cambio fundamental. Junto con el alcance global de Drive to Survive de Netflix, la F1 comenzó a "dejar que la gente viera entre bastidores". Esta nueva transparencia reveló la emoción del deporte a una audiencia más amplia.
- Abrazando el Entretenimiento: Los líderes de la F1 adoptaron la idea de que el deporte es fundamentalmente entretenimiento. Como afirmó Brown, si alguien compra una entrada, espera ser entretenido. Este cambio de mentalidad llevó a un enfoque en el compromiso en lugar de solo la conciencia.
- Mayor Presencia: El deporte consolidó su huella en EE. UU., añadiendo carreras como el popular Gran Premio de Austin, lo que finalmente llevó a tres eventos anuales en EE. UU.
Qué sigue:
La aceptación por parte de la F1 de su aspecto de entretenimiento, combinada con una mayor accesibilidad y compromiso con los aficionados, ha resonado profundamente en el público estadounidense. El deporte ha pasado con éxito de un nicho exclusivo a un espectáculo inclusivo y atractivo, impulsando su actual aumento de popularidad.