George Russell cree que Ferrari llevó el coche de Charles Leclerc demasiado bajo en el Gran Premio de Hungría, lo que les obligó a aumentar significativamente la presión de los neumáticos durante su última parada en boxes. Russell sugiere que este cambio hizo que el Ferrari de Leclerc fuera "inconducible", permitiendo a Russell asegurar el último puesto del podio.
Por qué es importante
Leclerc, quien partió desde la pole, vio su ritmo caer inexplicablemente dos segundos por vuelta después de su segunda parada para neumáticos duros en la vuelta 41. Esta repentina pérdida de rendimiento le costó una posible victoria y un podio asegurado, desatando especulaciones sobre la estrategia de configuración de Ferrari y posibles problemas de legalidad.
El contexto
Leclerc había estado en la contienda por la victoria contra Oscar Piastri y Lando Norris. Sin embargo, su frustración fue evidente por la radio del equipo, exclamando: "Esto es increíblemente frustrante... Ahora es simplemente inconducible." Russell aprovechó esto, superando a Leclerc para el tercer lugar. Leclerc luego recibió una penalización de cinco segundos por una defensa "errática", terminando oficialmente cuarto.
Las sospechas
La teoría de Russell se centra en que Ferrari usaba el coche demasiado bajo, lo que podría haber provocado un desgaste excesivo de la tabla del suelo.
- "Él no te va a decir que están cerca de ser ilegales", afirmó Russell.
- Añadió: "Lo único que podemos pensar es que estaban conduciendo el coche demasiado bajo y tuvieron que aumentar las presiones de los neumáticos para el último stint."
- Ferrari ya fue descalificado esta temporada en Canadá por un desgaste excesivo de la tabla en el coche de Lewis Hamilton.
Russell también especuló que Ferrari pudo haber ajustado el modo de motor de Leclerc para mitigar el problema. "Estaban usando un modo de motor que hacía que el motor fuera más lento al final de la recta, que es donde se produce la mayor parte del desgaste de la tabla", señaló.
Observaciones de expertos
El analista de Sky F1, Anthony Davidson, apoyó la teoría, recordando las chispas excesivas del coche de Leclerc al principio de la carrera. Él cree que la decisión de Ferrari de aumentar las presiones de los neumáticos para evitar un mayor desgaste de la tabla provocó una drástica pérdida de agarre y velocidad. "Cuando se colocan el siguiente juego de neumáticos, si han aumentado la presión en su interior, eso causa estragos en el agarre", explicó Davidson.