El director del equipo Red Bull, Laurent Mekies, reveló que el equipo identificó problemas significativos de temperatura de los neumáticos desde la primera vuelta de los entrenamientos durante el fin de semana del Gran Premio de Hungría. Este problema crítico resultó en un rendimiento muy decepcionante para el equipo, con Max Verstappen describiendo su RB21 como "inconducible."
Por qué es importante
Las dificultades de Red Bull en Hungría, una carrera ampliamente considerada como favorable para ellos debido a las características del circuito, expusieron un problema subyacente con la activación de los neumáticos. A pesar de su temporada dominante, este fin de semana reveló una vulnerabilidad que podría ser aprovechada por sus rivales si no se resuelve.
Los detalles
Mekies explicó que las alarmas sonaron inmediatamente durante el FP1. "Podíamos ver en todas las curvas de baja y media velocidad que éramos muy lentos, y era algo que no estaba relacionado con el equilibrio", afirmó Mekies. El equipo probó varias configuraciones en ambos coches, pero no pudieron activar los neumáticos de manera efectiva ni para tandas cortas ni largas. Esto les impidió llevar el coche a su ventana operativa óptima, un problema que persistió durante la clasificación y la carrera.
El panorama general
Si bien Red Bull ha disfrutado de una temporada formidable, Mekies admitió que la estrecha ventana de operación para sus neumáticos ha sido un tema recurrente. El Gran Premio de Hungría, sin embargo, fue un ejemplo extremo, indicando un desafío más profundo de lo habitual para adaptar el coche a condiciones específicas de la pista. Esta caída en el rendimiento es una clara señal de advertencia para el equipo a medida que se dirigen a la segunda mitad de la temporada.