Por qué es importante: El nuevo jefe deportivo de Red Bull, Steve Knowles, ha admitido que la justificación sobre una toalla que podría haberse atascado en el reposapiés del monoplaza de Max Verstappen fue "un poco exagerada", a pesar de que el equipo solo recibió una advertencia por el incidente. Esto subraya cómo la FIA equilibra la seguridad y las decisiones pragmáticas.
El incidente: Durante la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría, Max Verstappen encontró una toalla en la cabina de su RB21. Se salió de la línea de carrera, quitó ambas manos del volante y arrojó la toalla a la pista. Esto provocó una investigación de la FIA por una posible liberación insegura del coche.
La defensa y la decisión:
- Verstappen explicó a los comisarios que lanzar la toalla era más seguro que regresar a boxes, ya que podría haberse atascado cerca de los pedales. "En lugar de que potencialmente volara entre mis pies, que era la parte peligrosa, me desvié de la línea y me deshice de ella de la forma más segura posible", afirmó.
- Los comisarios aceptaron la explicación y solo emitieron una advertencia a Red Bull. Mencionaron circunstancias atenuantes, como que era un trozo de tela y no un objeto duro. Reconocieron el "potencial de haberse alojado en el reposapiés y de interferir con la capacidad del piloto para controlar completamente el coche".
Lo que dicen:
- Steve Knowles, sucesor de Jonathan Wheatley, calificó el resultado de "indulgente", pero recalcó la importancia de evitar objetos sueltos en la cabina.
- Declaró: "Supongo que es un poco exagerado decir que 'la toalla podría haberse metido en el reposapiés y tal vez haber obstruido el pedal o algo'. Pero en el extremo, podría haber sido peligroso".
- Knowles enfatizó que la advertencia sirve como recordatorio para todos los equipos sobre su responsabilidad de asegurar que las cabinas estén libres de cualquier objeto flotante para prevenir posibles peligros.