Las frustradas quejas de Charles Leclerc por radio durante el Gran Premio de Hungría, inicialmente dirigidas a Ferrari, fueron luego minimizadas por él mismo como un "problema de chasis". Sin embargo, el experto en F1 Martin Brundle cree que el problema central fue la lucha de Ferrari con la altura de su monoplaza, afectando el rendimiento y la legalidad.
Por qué es importante
Leclerc, partiendo de una sorprendente pole position, mantuvo su liderazgo al principio. Pero su ritmo disminuyó drásticamente en la segunda mitad de la carrera después de su última parada en boxes, lo que provocó un estallido furioso y la pérdida de un puesto en el podio, destacando los desafíos continuos para Ferrari.
Los detalles
- Leclerc entró a boxes en la vuelta 41 para cambiar a neumáticos duros, tras lo cual su ritmo cayó dos segundos por vuelta.
- Se quejó vehementemente por la radio del equipo: "Esto es increíblemente frustrante... Es simplemente inconducible."
- A pesar de su arrebato durante la carrera, Leclerc luego dijo a los medios que el problema "provenía del chasis, y no había nada que hubiéramos podido hacer diferente."
- Terminó quinto, perdiendo un lugar en el podio ante George Russell, y recibió una penalización de cinco segundos por conducción "errática" mientras defendía su posición.
La teoría de Brundle
Martin Brundle sugiere que las llamadas "angustiosas" de Leclerc se referían a la gestión de problemas esperados del coche, específicamente la tendencia de Ferrari a operar su monoplaza extremadamente cerca del suelo para encontrar ritmo.
- Esta configuración a menudo hace que el coche toque fondo severamente, lo que corre el riesgo de un desgaste excesivo del tablón (plank), pudiendo hacer que el coche sea ilegal (como se vio en China).
- Para mitigar esto, los equipos a veces levantan el pie del acelerador en las curvas de alta velocidad.
- En Hungría, Ferrari aumentó la presión de los neumáticos y redujo el ángulo del alerón delantero durante las paradas en boxes; ambas medidas aumentaron la altura del coche pero comprometieron el agarre y el ritmo.
La consecuencia
Las dificultades de Leclerc lo llevaron a terminar 42 segundos detrás del ganador, una brecha significativa agravada por su penalización. Este incidente subraya la batalla continua de Ferrari para encontrar un rendimiento consistente y conforme, especialmente dado que Leclerc solo ha ganado una vez de sus últimas 16 pole positions.