El desarrollo de Mercedes en la F1 está experimentando un preocupante retroceso, marcado por la indecisión con su suspensión trasera. Después de retirar la suspensión de especificación de Imola, reintroducirla tras España y ahora volver a quitarla para Hungría, George Russell confirma que es "más lenta".
Por qué importa: Esta indecisión significa una falta de desarrollo positivo, dejando a Mercedes estancada mientras rivales como McLaren muestran un progreso constante. Gary Anderson subraya que tal inconsistencia, junto con excusas como que 'el circuito no se adapta', es perjudicial.
Los detalles: El gráfico de rendimiento de Mercedes muestra un efecto de 'yo-yo', contrastando fuertemente con la estabilidad de McLaren. La visión del director técnico James Allison sobre las mejoras como un "juego de adivinanzas" es desafiada por Anderson, quien cree que el análisis de datos revela tendencias. Los problemas de la suspensión trasera se relacionan con las propiedades anti-lift; aunque beneficia el frenado en línea recta (como se vio en el éxito de Montreal), perjudica el rendimiento donde el frenado de arrastre es crucial, causando sus dificultades en las entradas de curva rápidas.
Qué sigue: Anderson duda que Mercedes pueda optimizar rápidamente su configuración o superar estos problemas, sugiriendo que su enfoque actual es contraproducente para un progreso genuino.