Lewis Hamilton ha confesado que la 'presión' de su llegada a Ferrari ha disminuido su disfrute en la Fórmula 1, prometiendo redescubrir el elemento de 'diversión' en el deporte.
Por qué es importante:
La franca admisión de Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo, subraya el inmenso costo psicológico que puede tener un cambio de equipo de alto perfil, incluso para los pilotos más experimentados. Su lucha por encontrar alegría en un nuevo entorno, a pesar de un movimiento soñado a Ferrari, ofrece una rara visión de las presiones en la cúspide del automovilismo.
El panorama general:
El entusiasmo inicial de Hamilton por Ferrari, un equipo con el que siempre había soñado, se desvaneció rápidamente después de una victoria temprana en una carrera sprint en China. Desde entonces, ha luchado con el rendimiento, culminando en una autocrítica severa en Hungría, donde se describió a sí mismo como 'inútil'.
Puntos de presión:
Hamilton aclaró que la presión proviene de una combinación de factores:
- El foco de atención de ser un piloto de Ferrari.
- Integrarse en un equipo masivo y la marca más grande del deporte.
- Gestionar nuevos socios y una gran carga de trabajo.
Qué hará al respecto:
Después de unas vacaciones de verano 'completamente desconectado' con familiares y amigos, el piloto de 40 años está 'decidido y motivado' a reiniciar. Planea:
- Trabajar duro y mantener la cabeza gacha.
- Ajustar su enfoque.
- Centrarse en disfrutar de nuevo del deporte, lo que considera 'la parte más importante' y la razón misma por la que entró en la F1.
Lo que sigue:
Hamilton está ansioso por 'dejar de lado esas cosas' que han empañado su disfrute y centrarse en 'el amor puro por lo que hacemos' a medida que la temporada de F1 se reanuda con el Gran Premio de Países Bajos en Zandvoort. Su objetivo es dar un giro con Ferrari, transformando una primera mitad turbulenta en un segundo período más agradable y exitoso.